viernes, 10 de diciembre de 2010

Invierno trastornado

Llega el diez de diciembre, y me veo moviendome cómodamente por la mañana en casa con una simple camisa. A lo largo del día probablemente incluso puede que me acabe sobrando. Qué diablos ocurre este invierno, me pregunto mientras a mi lado, de la ventana entreabierta, entra una suave brisa que probablemente no baje de los catorce o quince grados. Dejando a un lado mis gustos de cara a las temperaturas y con la posible réplica de los amantes del buen tiempo, he de decir que esto no parece un buen síntoma. 

Cambios drásticos en la meteorología, incluyendo variaciones bruscas en la temperatura (el pasado fin de semana, el amanecer en otro punto de la provincia me sorprendió con -6ºC), precipitaciones escasas e irregulares.... Sumado a lo que se ha podido ir observando en los últimos meses, incluso años, no es necesario pintarlo mucho más negro para inclinarse del lado de los que dictan que nos estamos cargando el planeta. Tiempo al tiempo.

2 comentarios:

  1. No es que que nos estemos cargando el Planeta, que también, lo que ocurre es que se aproxima la tercera glaciación.

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  2. Allá cada uno. El tema de la contaminación, el consumo de recursos, la sobrepoblación, el cambio climático, etc, darían para un blog aparte. En breves líneas y en lo que a mi atañe, procuro evitar el coche siempre que puedo, separo la basura para reciclar, evito gastar electricidad inutilmente... Como ciudadano del primer mundo sigo consumiendo en exceso, pero en fin, no tengo pensado echarme a cuestas la salvación del mundo. Haré lo que pueda y, aunque suene un tanto egoísta, el que venga detrás que corra con lo que le toque.

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