viernes, 28 de enero de 2011

Hipoteca tu alma...

Aún no he salido de mi asombro, tras haber leído en la mañana de ayer acerca la sentencia dictada por en la Audiencia Provincial de Navarra en un caso de hipoteca. Al parecer el fallo ha dado la razón al antiguo inquilino de una vivienda, que se vio forzado a abandonar al hacerse efectivo el desahucio por impago, teniendo según el banco que abonar además los 30,000 € pendientes de pago. Sin casa, sin dinero, y encima con el banco mordiéndole la entrepierna.

Una vez más se riza el rizo y veo disparates imposibles de creer en este incierto mundo real. Era consciente de que en un banco pueden, en pos del interés propio, llevar a cabo las tretas más rastreras imaginables, pero esto ya sobrepasa el absurdo en un país que se dice del primer mundo. Según la legislación actual, puedes obtener una hipoteca para tu nueva vivienda, e ir pagando hasta que te jubiles –y después que siga tu hijo—. Si no puedes hacer frente al pago, llega un momento en el cual te piden amablemente –aunque no tan amablemente como cuando te atendieron en la sucursal— que abandones la casa. Bien, según lo que se podría considerar como justo, tu devuelves la vivienda y el banco debería devolverte al menos parte del dinero que tu has entregado, en función de la edad y el estado de la vivienda entre otras cuestiones. Así ellos tendrían su casa, y tu el dinero. ¿Sería lo lógico, verdad?

Pues no. No solamente se quedan con tu casa y con el dinero que has podido entregar, sino que además –vuelvo a decir que respaldado por la legislación— debes seguir abonando como buenamente puedas la cuantía que aún adeudes a la entidad. Es decir: ¿estamos tontos?. ¿Qué clase de mente pensante diseñó este sistema?. A mi no se me ocurre vender un ordenador a un cliente y por problemas con el pago quedarme con el ordenador y con su dinero.

¿Que te aburres y decides pegarte un tiro al no poder hacer frente? Da igual, siempre les quedará un hijo, una esposa, un hermano, una madre, un primo, alguien a quién echarle el lazo y que cargue con tu deuda. No en vano es vieja la frase de que la banca siempre gana –¿quién no ha jugado al Monopoly?—

Dentro de lo positivo del fallo judicial, queda el mal sabor de boca de no poder sentar jurisprudencia con ello, ya que, al parecer, para tal caso es necesario un mínimo de dos sentencias similares dictadas en el Tribunal Superior de Justicia.

Por su parte y como era de esperar, la otra parte implicada en el juicio, BBVA, apelando a la legalidad vigente ha dejado claro que recurrirá la sentencia. No es plan de que el tio Botín Gilito pase hambre.

1 comentario:

  1. Son las cosas que ocurren en este país "desarrollado" en el que vivimos

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