miércoles, 13 de abril de 2011

Rios, Belin y la leyenda del lagarto

Un día, hace cosa de un par de años, empezó a hablarse de unas extrañas figuras que coronaban las rotondas de la recién reformada entrada a la ciudad junto a la universidad. Algún tiempo después, bajando desde el nuevo polígono industrial por la antigua carretera de Madrid me encuentro con otros ejemplos curiosos de fauna inerte. En los dos casos la reacción fue la misma, una mirada de extrañeza, un gesto de sorpresa, y la ineludible pregunta: quién posee la imaginación y la capacidad de trabajo necesarias para hacer algo así.

Algún tiempo después supe el nombre del artista en cuestión, José Fernandez Rios. Lo defino como artista porque no encuentro ahora mismo otra palabra que exprese mejor el genio de alguien como él, pero aseguro al lector que hace falta algo más que genio y talento para realizar obras como las que él firma.

Visto de lejos vemos una araña, un pavo, un dragón, un lagarto... Visto de cerca, se observa que el conjunto se descompone en objetos de lo más variado: desde señales de tráfico, herramientas de todo tipo, máquinas viejas, piezas de motores... Quienes hemos tenido contacto algúna vez con objetos de ese tipo -mis tiempos en la construcción o como proyecto de mecánico de automóviles me permitieron aprender muchas cosas- tenemos además una vaga idea de cómo debió ingeniárselas para soldar, cortar, montar o componer alguna figura, lo que otorga para determinados ojos un valor nuevo a parte del estético, el valor del trabajo manual bien realizado.

Y si no os lo creeis, ahí va el video donde se muestra el proceso de creación de la que hasta ahora es su última obra maestra, mano a mano con un genio del grafiti como es el linarense Belin.

Gracias a los dos, especialmente a José, por el aire renovado que este rincón de la provincia va adquiriendo gracias a esas obras de arte urbano. Gracias por ayudar a reformar lo que poco a poco empieza a parecerse a la ciudad que debería ser. Qué hace tiempo debió ser.

3 comentarios:

  1. Vaya, veo que además de proyecto de escritor entiendes de arte. Lo que quizá no sepas es que a Ríos yo le conocí junto con todos sus hermanos cuando venía a visitar a su abuelo al cortijo del cura y ya se le veía madera de artista. Esta sierra olvidada para bien y para mal tiene gente con duende. Enhorabuena por el artículo, y a Ríos por su arte.

    ResponderEliminar
  2. jejejeje no solo es trabajo de rios amigo aunq es mui exelente su trabajo en cmo manipula sus esculturas.....un papel mui importante tambien lo jugo belin linares io opino q sin su talento q tiene para darle realismo fantastico asus pintura ste gran proyecto no se avria podido ievar acabo no le des las gracias especiales a solo uno los dos se lo merecen son lo mejor q puede existir‼‼‼

    ResponderEliminar
  3. Al segundo anónimo: publico tu comentario, pero con bastantes reservas porque con ese lenguaje es preciso descifrarlo antes de leerlo. Te remito al enlace que hay un poco más abajo a la derecha.

    Por otra parte, en ningún momento he dicho que el trabajo de Belin desmerezca. Al contrario; he visto algunas obras suyas y tiene una mano magnífica con la pintura. Sin embargo, tengo mayores consideraciones con Rios porque me atrae más la escultura que la pintura, además de algunas otras afinades que nos unen.

    En cualquier caso me remito al texto: la obra del lagarto que entre ambos construyeron es una auténtica maravilla. Cada uno aportó su arte y conocimientos, con ese resultado.

    Lástima que con tanto hijo de puta por metro cuadrado, esa escultura tenga un futuro incierto. Hace al menos dos meses que no paso por allí, y la última vez ya habían roto en farol de una pedrada.

    Gracias por leerme.

    ResponderEliminar