martes, 26 de julio de 2011

Un homenaje a Antonio Machado

Tal día como hoy, hace 136 años, nació uno de los más grandes de la poesía de este país. Miembro destacado de la Generación del 98, su vida y su caminar, así como las circunstancias de su muerte, sirvieron de guía e inspiración a muchos, entre los que para mi suerte me encuentro.

Sirva este fragmento de su obra como recuerdo en este día a su persona.

 POR TIERRAS DE ESPAÑA
      El hombre de estos campos que incendia los pinares
y su despojo aguarda como botín de guerra,
antaño hubo raído los negros encinares,
talado los robustos robledos de la sierra.

       Hoy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares;
la tempestad llevarse los limos de la tierra
por los sagrados ríos hacia los anchos mares;
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra.

       Es hijo de una estirpe de rudos caminantes,
pastores que conducen sus hordas de merinos
a Extremadura fértil, rebaños trashumantes
que mancha el polvo y dora el sol de los caminos.

       Pequeño, ágil, sufrido, los ojos de hombre astuto,
hundidos, recelosos, movibles; y trazadas
cual arco de ballesta, en el semblante enjuto
de pómulos salientes, las cejas muy pobladas.

      Abunda el hombre malo del campo y de la aldea,
capaz de insanos vicios y crímenes bestiales,
que bajo el pardo sayo esconde un alma fea,
esclava de los siete pecados capitales.

     Los ojos siempre turbios de envidia o de tristeza,
guarda su presa y llora la que el vecino alcanza;
ni para su infortunio ni goza su riqueza;
le hieren y acongojan fortuna y malandanza.

     El numen de estos campos es sanguinario y fiero:
al declinar la tarde, sobre el remoto alcor,
veréis agigantarse la forma de un arquero,
la forma de un inmenso centauro flechador.

     Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta
—no fue por estos campos el bíblico jardín—:
son tierras para el águila, un trozo de planeta
por donde cruza errante la sombra de Caín.

1 comentario:

  1. Me has deleitao haciéndome leer una de tantas poesías que tuve que memorizar en mi más tierna infancia consecuencia de la afición por las mismas que presentaba mi difunto maestro Don Juan José. Precisamente el otro día lei otro pequeño artículo que hablaba de otro aniversario literario, en este caso el nacimiento -o quizás la muerte- de Gustavo Adolfo Becquer. El autor, Jose Antonio Rodruiguez, criticaba la actitud pasiva de los sevillanos en general ante este maestro natural de la capital andaluza. Me pareció bastante interesante porque además hizo un símil con la Semana Santa. A ver si doy con él y te pongo el enlace.

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