El sueño de la razón produce monstruos. El sueño de la sinrazón, el sueño de Hyde, produce catástrofes e induce al error, al caos, al fin. El sueño de la razón. Goya lo vio. Sufrió en su pellejo la lucidez en una tierra de sotanas e ignorante, y tituló así una de sus láminas de la serie Los Caprichos. Yo, aun compartiendo esa perspectiva, muestro la propia, la de la sinrazón, la de la inteligencia convirtiéndose en la herramienta que destruye.
Tenemos para rato.
Felicidades por tu colosal entrada en la blogocosa, ya era hora ¡¡
ResponderEliminarSaludos Corso y enhorabuena por tu nuevo blog!. Me he enterado gracias a YoyeMac que te lo habías hecho.
ResponderEliminarDeléitanos con todo lo que está en tu mente!