jueves, 30 de septiembre de 2010

Despertares engañosos

Otra noche de sueño extraño, de perseguir raras imágenes y escenas grotescas rotas por el despertador, y con él de nuevo el salto a una realidad en blanco y negro, sobrexpuesta y mal enfocada. Como si de una fotografía hecha con prisa y desgana se tratara la primera imagen de la mañana evoca a algún recuerdo monocromático de la infancia que se desprendió de su conjunto y ahora no es más que una imagen dispersa, un deja-vú difícil de identificar como propio.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Huelgueando

El gran día ha llegado. Si hay algo que echo de menos del piso donde viví hasta hace unos meses, eran los ventanales que daban a una de las calles principales de la ciudad y que hoy me hubieran permitido tomarle el pulso a la mañana antes de salir de casa. Porque si en algo creo que coincidimos la mayor parte de los ciudadanos a estas horas es que, al igual que en los últimos días, no tenemos mucha idea de lo que podemos encontrarnos.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Un día sin... ¿coches?

Hicieron lo que pudieron. Hicieron tanto como podían hacer, que es poco en esta tierra donde pocas veces hacemos caso si no es por imposición. Por desgracia, pienso mientras miro los diarios, a pesar de sus buenas intenciones no lograron nada. Ayer se celebró el día europeo sin coches, y resultó tan perceptible en la calle... que si no fuera por la prensa y la televisión creo que nadie se habría dado maldita cuenta de ello. Un titular cogido al azar lo resume bien...

Los atascos protagonizan el Día sin Coches



miércoles, 22 de septiembre de 2010

Retorno a la Troya de las letras

Casi tres meses después del último artículo publicado vuelvo a dejarme ver por esta página digital. Desde aquellos primeros días de julio han sucedido muchas cosas, aunque ello tampoco sirva como atenuante -al menos frente a mi mismo- por no haber escrito nada desde entonces. A menudo surgían ideas que bien pudieran haber sido llevadas al papel, pero no se hizo. Pudieron la dejadez, el no tener internet en casa, el calor exterminador que este verano se ha dejado sentir aquí. Incluso el retorno a la lectura en papel -he leido más libros este verano que durante los nueve meses del curso anterior- ha colaborado a la hora de ir postergando este momento, el de volver a presentarme aquí y decir: he vuelto para quedarme. No busco una periodicidad ni imponerme esto como una disciplina inapelable, pero trataré de ser al menos tan constante como lo fui meses atrás.

Mi saludo a quienes estén leyendo esto, y mis respetos a quienes se dejaron caer por aquí en los últimos tiempos no hayando más que telarañas.