Nuestro presidente ha puesto hoy la guinda al pastel con esta
frase. Ahora resulta que, pese a la percepción que un amplio margen de la
población tiene acerca de la pasividad de los dirigentes en el problema del
incremento de ejecuciones hipotecarias, el gobierno ha actuado con sensibilidad
y ha puesto orden en el asunto: un gran pacto legislativo llevado a cabo en
tres días sobre una problemática que, afirmaban hasta hace poco, no había forma
de solucionar. Si era imposible y han bastado tres días solo cabía esperar lo
que luego se conoció: no se ha hecho sino lavar la cara a una legislación con
más un siglo de antigüedad que beneficiaba —que beneficia— al sector bancario
pase lo que pase.
Pero no, tenemos a un gobierno que ha actuado con sensibilidad y para el que han bastado tres suicidios —hace tres días se produjo el último caso en Córdoba— y la presión popular para pronunciarse.
Miguel Martín, de la Asociación Española de Banca, barriendo
para casa, ha sido tajante: lo que se ha de hacer es construir más viviendas y
conceder más hipotecas, de manera que el sector se estabilice, y uno, camino de
los treinta años descubre que ahora el fuego se apaga con gasolina. ¿Quiere
alguien explicarle a este señor que tenemos un descomunal stock de viviendas
vacías y que, además, España va perdiendo población?
Eso sí, quien pretenda explicárselo debe utilizar tanta
sensibilidad como nuestro gobierno, pues ya ha dejado entrever que si se sigue
presionando y hay un cambio de legislación haciéndola más favorable para el
consumidor, los créditos serán más inaccesibles. Esto evoca al clásico la banca
siempre gana.
Y en lo que se refiere a las viviendas vacías, nuestro
gobierno de guantes de seda tiene en mente otra posible solución: todo aquel
que venga de otro país —orientando la idea a puntos como Rusia y China, por sus
economías en auge— con más de 160.000 euros en el bolsillo pensando comprar una
vivienda se lleva como regalo el permiso de residencia. Otra gran jugada en la
que todo son ventajas: la viviendas son vendidas, a España llega dinero,
aumentamos la población y de paso atraemos clientela para el EuroPutiferio que
pronto tendremos funcionando en Madrid.
"In extremis" te comento que aquí cada uno arrima el ascua a su sardina. El iluminado que dice que la crisis de la vivienda se soluciona con más hipotecas no ha aprendido nada, aunque eso no es del todo cierto: ha aprendido mucho durante esta crisis y piensa seguir sacando tajada. ¿Por qué si no siguen ciertos bancos llamando a los clientes ofreciéndoles un crédito de X miles de euros sin que ellos lo hayan pedido?
ResponderEliminar¡¡Un abrazo!!