viernes, 25 de diciembre de 2009

Sin pensarlo dos veces


"Solo se puede ser realmente feliz cuando no se ansía todo, lo material y lo inmaterial, sino cuando se conocen bien las  necesidades propias y se tiene aquello que las satisface, además de saber bien cómo cuidarlo y cómo no perderlo -cuestiones que no tienen por qué ir de la mano-. 


La posesión solo sirve para retenernos en el tiempo y  para sentir, cuando todo se acaba, que es mucho lo que dejamos atrás, restando a menudo importancia a lo que quizá si la tiene."

2 comentarios:

  1. ¿Y cómo adquirir felicidad si no es consiguiendo aquello (material o no) que ansiamos? No creo que sea del todo conveniente caer en un triste conformismo. A mi me alegra sobremanera conseguir cosas difíciles...

    ...por ejemplo que me arreglen el coche.

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  2. Yo lo miro desde un punto de vista más profundo. Hablo de consumismo, de la "necesidad" que se nos impone y tomamos como lerdos de comprar y tener todo, de que cualquier cosa es mejor que la homóloga que tenemos, y hemos de comprarla. De que un teléfono movil con tres años está desfasado y probablemente te mirarán como a un insecto tropical cuando lo uses en público. La sensatez, el sentido común, la razón, nunca están en los extremos, sino en el punto intermedio. A mi me gustaría tener una casa propia y no estar de alquiler, y en ella una habitación dedicada exclusivamente para libros, para los que tengo y otros miles que de buen agrado tendría. Me gustaría tener un Honda Accord, o me gustaría ver mi nómina doblada a fin de mes. Pero las circunstancias hacen que estos ejemplos se tornen imposibles a corto plazo. Y sin embargo, tengo libros. Más de los que me da tiempo a leer (y no reuno tres centenares). No tengo un Accord, pero mi coche -tu lo has visto- responde con creces a lo que a día de hoy le pido. Cuando se rompa, o mis necesidades cambien, buscaremos otra salida. En cuanto a mi trabajo, me da para comer y cubrir gastos en una época en la que unos cuantos se las desean para tener algo con lo que llegar a final de mes, además de que tengo la suerte de tener un tiempo libre que me permite centrarme en otras cosas y no sentirme alienado. Un soplapollas por obra y servicio. Si a ello le añado que no padezco problemas de salud, en mi familia y entorno las cosas van razonablemente bien y quiero a la mujer que tengo a mi lado, llego a la conclusión de que tengo lo más próximo a la felicidad ahora mismo. No caer en el conformismo (algo que puede convertirte en un idiota plano) es para mi seguir teniendo metas y objetivos en la vida, junto a las ganas necesarias para tratar de alcanzarlos.

    Y en cuanto a tu coche, si lo enfocas como yo al final estamos hablando de cubrir una necesidad, que siempre puede tener una cierta dosis de capricho quizá, pero supone una necesidad como medio de transporte. Algo que en tu caso te resulta necesario.

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