jueves, 1 de septiembre de 2011

Antonio Muñoz Molina. Paradojas católicas


ESPAÑA: PARADOJAS CATÓLICAS

Antonio Muñoz Molina

Mi madre es una mujer católica de 81 años que cada noche, antes de dormir, le reza a Dios por cada uno de los miembros de su familia, los vivos y los muertos, procurando no olvidarse de ninguno. Mi madre, que nació en una familia campesina y tenía seis años cuando empezó la guerra civil, fue muy poco tiempo a la escuela y pasó su juventud bajo la hegemonía indisputada de la propaganda franquista y el integrismo católico.
Pero, como muchas personas de su generación, sobre todo mujeres, con la llegada de la democracia asistió a la escuela nocturna y se fue haciendo una mentalidad muy abierta. Ahora lee mucho, sobre todo novelas –entre ellas, las que escriben su hijo y su nuera- y aunque conserva intacta su fe siente un rechazo instintivo hacia el Papa y no se ha molestado en conectar la televisión para ver alguno de los programas larguísimos que se han dedicado a su visita. Mi madre, tan católica, asistió hace años con plena emoción a la boda civil de su hijo recién divorciado, y ahora recibe con naturalidad en su casa al compañero de su nieto gay, y cuando sabe que van a venir a verla les prepara uno de los dormitorios con cama grande. Y estoy seguro de que si ese nieto decide casarse, mi madre asistirá a su boda con algo de descocierto íntimo, pero también con perfecta desenvoltura, con esa nueva mundanidad que es uno de los síntomas del cambio formidable que ha vivido España desde los años setenta.



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Gracias, Antonio, por tu lucidez y por tu forma de razonar y explicar los tiempos en que vivimos.

1 comentario:

  1. Hola Corso! Muchas gracias por asistir a mi pequeño espacio con tanta asiduidad y por darme tu punto de vista. Yo, como puedes comprender, no podía ser menos.

    Me ha parecido muy simpática la madre de Muñoz Molina. Muy en su tiempo, como cualquiera. Como todos los jóvenes que se van de copas una noche, que salen a cenar con sus amigos, o al cine, que tienen novios y novias, que comparten vida con una amiga lesbiana, que van a conciertos de rock... y que los domingos van a misa a rezar al Señor. En mi opinión, ser "de hoy" y ser cristiano no es incompatible, es posible aunar ambas cosas, además de ser altamente recomendable. Pero si Muñoz Molina quiere llamarlo "paradoja" supongo que será porque en algún momento de su genio le vino a la cabeza semejante idea tan creativa.

    En lo que sí estoy de acuerdo con él es que hay que separar Iglesia de Política, de la que sea y del ala que sea. Porque deja que te recuerde que si bien a unos se les asocia con la Iglesia más que a otros, éstos últimos tampoco hacen nada por evitar esas uniones. Es costoso, lo sé, pero es evidente que yo (de momento, en unos años ya veremos...) no puedo romper ciertos tratados internacionales.

    También estoy de acuerdo en el -vergonzoso- boato de bodas, bautizos y comuniones por la Iglesia cuando el 90% de los familiares no se sabe ni el Padrenuestro. Pero digo yo: ¿eso es también culpa de los cristianos y de la tradición? ¿O más bien de aquellos que no tienen suficiente personalidad como para decir que no van a bautizar a sus hijos porque no son creyentes? Yo voy mil veces más a gusto a una boda civil que a una farsa en mi iglesia, porque cada uno se casa donde quiere, porque quiero a los novios y porque agradezco que no monten un sarao en un lugar que es sagrado.

    Bueno, son sólo unas opiniones que se me acumulan en el cerebro. Me pasa a menudo. De todas formas, siempre me gusta leer cosas nuevas.
    ¡Un abrazo!

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