Qué logros pueden alcanzarse en una sola hora, se preguntan los detractores de iniciativas como esta. Tal vez tengan razón, quién sabe. Tal vez sea inútil implicarse en algo así, una hora a oscuras, simbolismo a raudales, caras conocidas en televisión que se dan la mano antes y después del evento felicitándose por su gran colaboración.
Tal vez no sirva de nada. ¿O sí?
Siempre he pensado que todo aquello que es mayor que nada, es positivo. El día de las aves, el día del trabajo, el día del cáncer. Recientemente el día de la mujer. Cualquier iniciativa de este tipo que sirva para invitar a pensar a los ciudadanos, que convenza tan solo a uno, sea cual fuere la causa que defiende, me parece un gran acierto, detractores y foto oficial aparte.
En el caso del próximo sábado, la esencia del evento para mucha gente se reducirá a esa tarde, de 20:30 a 21:30. De entrada quiero pensar que constituye un avance a nivel de ahorro en el consumo, aunque le pese a Endesa, a Iberdrola y compañía. Con que varios miles de personas, hablando solo de España aunque la iniciativa se convoca a nivel mundial, se impliquen y apaguen la luz durante esa hora, serán varios miles de kilovatios los que no se habrán consumido. Hay mucha vida más allá de Internet, del televisor, de la reunión en casa con luces y música, por dar algunos ejemplos.
La charla en una intimidad cada vez más trastocada por la sobre(in)comunicación en la que vivimos, un paseo como punto final al atardecer, sentarse en un banco del parque y recuperar la vieja costumbre de observar cómo funciona el mundo, son algunas de las ideas que pueden tomar forma en esa hora.
Si además del ahorro producido durante esa hora, nace la chispa en la mente de algunos cientos de personas y a partir de ese momento cada uno de ellos hace un uso mínimamente más responsable de la electricidad, creo que habrá merecido la pena.
Y como cierre, comentar que como aliciente un tanto negativo de cara a pretender un uso más responsable, también podemos acogernos al prometido ascenso para la próxima factura de la luz de entre un 5% y un 7%. Es en cierto modo lo que yo he conocido siempre como hacer las cosas por las buenas, o por las malas.
Más información,
http://www.horadelplaneta.es/
http://www.wwf.es/
Tal vez no sirva de nada. ¿O sí?
Siempre he pensado que todo aquello que es mayor que nada, es positivo. El día de las aves, el día del trabajo, el día del cáncer. Recientemente el día de la mujer. Cualquier iniciativa de este tipo que sirva para invitar a pensar a los ciudadanos, que convenza tan solo a uno, sea cual fuere la causa que defiende, me parece un gran acierto, detractores y foto oficial aparte.
En el caso del próximo sábado, la esencia del evento para mucha gente se reducirá a esa tarde, de 20:30 a 21:30. De entrada quiero pensar que constituye un avance a nivel de ahorro en el consumo, aunque le pese a Endesa, a Iberdrola y compañía. Con que varios miles de personas, hablando solo de España aunque la iniciativa se convoca a nivel mundial, se impliquen y apaguen la luz durante esa hora, serán varios miles de kilovatios los que no se habrán consumido. Hay mucha vida más allá de Internet, del televisor, de la reunión en casa con luces y música, por dar algunos ejemplos. La charla en una intimidad cada vez más trastocada por la sobre(in)comunicación en la que vivimos, un paseo como punto final al atardecer, sentarse en un banco del parque y recuperar la vieja costumbre de observar cómo funciona el mundo, son algunas de las ideas que pueden tomar forma en esa hora.
Si además del ahorro producido durante esa hora, nace la chispa en la mente de algunos cientos de personas y a partir de ese momento cada uno de ellos hace un uso mínimamente más responsable de la electricidad, creo que habrá merecido la pena.
Y como cierre, comentar que como aliciente un tanto negativo de cara a pretender un uso más responsable, también podemos acogernos al prometido ascenso para la próxima factura de la luz de entre un 5% y un 7%. Es en cierto modo lo que yo he conocido siempre como hacer las cosas por las buenas, o por las malas.
Es nuestro Mundo. Merece la pena. El sábado. Hoy. Siempre.
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¡¡Yo me apunto!! :D
ResponderEliminarEsta entrada me trae un muy grato recuerdo: las largas noches de charla a la luz de una vela que en ocasiones mantenía con mi hermano. Solían terminar en discusión y casi pelea pero siempre eran apasionantes.
ResponderEliminarComo para no apuntarse :). Gracias por pasar por aquí!
ResponderEliminarMaestro, ¿te has preguntado alguna vez en cuantos hogares hoy en día disponen de velas como entonces? Hace muchos años conocí en más de una ocasión lo que era cenar a la luz de las velas en familia, con el silencio obligado del televisor a causa de algún corte de luz en la zona. A menudo he echado de menos que la instalación electrica no sea tan deficiente como entonces.
Un abrazo!