martes, 15 de febrero de 2011

District 9: entre la ciencia ficción y el análisis sociológico.

Anoche decidí dejar a un lado el cansancio de un largo lunes laboral y asistí a la reproducción en el cine Cervantes de la película Distrito 9. La suerte me acompañó y la amenaza de lluvia tanto en la ida como en la vuelta se quedó simplemente en eso, haciendo que a la salida me hubiera apetecido vivir más lejos aún, carecer de horario, no tener que ducharme, cenar y pensar en la proximidad temporal del trabajo, para poder paladear durante más tiempo en la soledad de las calles regadas por pequeñas gotas ocasionales los detalles de la obra que acababa de ver.

Desconocía hasta ayer por la mañana todo sobre la película salvo su título. El argumento tiene una cualidad muy positiva, y es que entrelaza una historia de ciencia ficción con alienígenas a otra sobre los inconvenientes que presentan las diferencias entre unos y otros en la convivencia diaria. Deja apartado el estereotipo de filme en el que unos extraterrestres se presentan con malas intenciones y al final un heroico grupo de humanos logra eliminarlos o mandarlos de vuelta a casa.
La película, proyectada en versión original subtitulada en castellano, se ambienta en Johannesburgo. Casi veinte años atrás una nave espacial se sitúa sobre las afueras de la ciudad, sin moverse ni mostrar signos algunos de vida. La curiosidad humana hace que un grupo suba a la nave y acabe entrando en ella, encontrando a los alienígenas, a los que despectivamente llaman “gambas”, hacinados y en muy mal estado. A la vista de esto deciden organizar un campamento en tierra bajo la nave espacial, con el fin de atenderles. Los años van pasando y los problemas de convivencia empiezan a aparecer. Los visitantes rebuscan en las basuras, empiezan a traficar con armas. Bandas humanas aprovechan la situación para hacer negocio con ellos, vendiéndoles comida -de gato, o bien carne cruda- a precios desorbitados. El grupo va creciendo con el paso de los años, y con ello las tensiones en la convivencia.


Llegados a este punto comienza la película. Han construido un nuevo campamento, lejos de la ciudad y organizaciones gubernamentales tienen la intención de enviar allí a los alienígenas tras desahuciarles de sus chabolas, hacinados en el gueto en el que se ha convertido el Distrito 9. Pero no todo sale como se esperaba durante el desahucio.

La proyección de esta película se enmarca en un proyecto de la Universidad llamado Cine Club universitario. Esta película en concreto pertenece al ciclo Organización social y relaciones interpersonales, a la que se sumar la película del próximo lunes, La ola, cuyas reseñas invitan seriamente a desafiar una vez más al cansancio, la hora y el posible frío.

Gracias a los organizadores de este evento, tanto de la universidad como de fuera de esta, por la oportunidad que brindan de ver tan magníficas películas en la gran pantalla.

Cartel con los títulos presentados:
http://diariodigital.ujaen.es/node/21742

Libro editado para la edición de este año en versión PDF
http://www.ujaen.es/serv/vicext/secacult/libro_cineclub_2010_2011.pdf



I've seen things you people would't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched C-beams glitter in the dark near the Tannahäuser Gate… All those moments will be lost in time… like tears in rain… Time to die.

Roy Batty. Blade Runner


2 comentarios:

  1. Hazme caso, NO TE PUEDES PERDER LA PELICULA DE LA OLA. Es más, me gustaría que luego hicieras una reseña contándonos que opinas porque a mí me dejó muy entusiasmada y con muchas cosas que decir. Por lo poco que te conozco no creo que te deje indiferente y seguro que te encantará.

    Esta pelicula, distrito 9, que describes la vi en el cine hace ya algún tiempo, me esperaba algo más pero no deja de resultar interesante.

    ResponderEliminar
  2. Yo la vi en el cine la misma semana de su estreno. Sin juzgar si es buena o mala película, debido a mi incultura cinéfila, he de decir que fue perfecta a la hora de entretener y bastante interesante explotando los recursos de la sala de cine, total, que me gustó. Ahora que han pasao los exámenes intentaré ponerme al día en tu blog y el de María, pero solo hasta donde el enganche que tengo ya con El jinete polaco me lo permita. Cada día me gusta más el libro. Por cierto, ya se quien es el comandante Galaz y ya ha aludío un par de veces al melenudo hijo de Florencio Perez. De todas formas, sigo siendo de Don Otto. Saludos.

    ResponderEliminar